Funcionamiento del metabolismo de una vaca
La
vaca (Bos taurus) es un mamífero de
la familia de los Bovidae. Sus primeros usos
fueron el trabajo y la producción de carne y de leche, además de aprovecharse
los cuernos, el cuero o los excrementos (como fertilizante o combustible);
también se siguen empleando en algunos países en los espectáculos taurinos. Las
vacas digieren los alimentos en dos etapas: primero los consumen y luego
realizan la rumia, proceso que consiste en regurgitar el material semi-digerido
y volverlo a masticar para deshacerlo.
Una característica
distintiva de los rumiantes es su aparato digestivo compuesto por cuatro
divisiones: tres pre estómagos: el libro, la panza y el bonete, y por el cuajar
o estómago propiamente dicho; mediante la rumia y la utilización de estas
cuatro cámaras, el estómago de los rumiantes es capaz de aprovechar los
carbohidratos estructurales presentes en las plantas. La panza es la cámara de
mayor tamaño, y representa cerca del 80% del volumen total del estómago.
Contiene varios miles de millones de microorganismos (bacterias, protozoos y
hongos) anaerobios que degradan los glúcidos contenidos en la alimentación de
los animales para formar ácidos grasos volátiles que son absorbidos por la
pared de la panza. Se trata de la principal fuente de energía para estos
bóvidos. Los principales ácidos grasos que se forman son el ácido acético, el
ácido propanoico y el ácido butírico, que representan respectivamente el 60%,
20% y 15% de los ácidos grasos volátiles ingeridos durante una alimentación
típica a base de forraje, aunque las proporciones varían considerablemente en
función de la ración.
El bonete o
retículo, tiene como función la retención de las partículas alimentarias y
movilizar el alimento digerido hacia el omaso o hacia el rumen en la
regurgitación del alimento después de la rumia. Las partículas más gruesas son
rechazadas hacia la panza antes de ser masticadas otra vez en el proceso de
rumia. Las más finas pueden pasar hacia el omaso. El libro constituye una
antecámara desde la cual pasa el bolo alimenticio al cuajar, y es el encargado
de la absorción del exceso de agua contenida en los alimentos. El cuajar o
estomago, segrega los jugos gástricos que someten al alimento a la digestión enzimática
de las partículas alimentarias y de las bacterias provenientes de la panza.
Está conectado con el principio del intestino Así mismo, las bacterias en el rumen utilizan amoniaco y urea para
producir sus aminoácidos correspondientes. Las vacas producen entre 160 y 180
litros de saliva al día porque la vaca mastica entre 6 y 8 horas diarias. Es
necesario entre 4 y 5 días para que los microbios del rumen se adecuen a los
nuevos alimentos que se le van a dar al animal.
Sin
embargo, para que se puedan llevar a cabo todos estos procesos metabólicos en
el bovino, el animal debe tener una buena salud que generalmente se caracteriza
por tener una temperatura normal que debe encontrarse en el rango de 37 y 39 °C
Cuando se presentan variaciones en la temperatura corporal significa que la
vaca esta afiebrada. Cuando el animal presenta temperaturas por debajo del
rango normal significa que la vaca tiene problemas de circulación en la sangre.
La tasa respiratoria normal de un animal es de 12 a 36 respiraciones en un
minuto. Valores superiores a este rango significan un estado febril y por
debajo representan problemas respiratorios.
Conocer de
antemano la salud del animal, es un paso importante en el empezar a optimizar
la producción del animal. De igual manera se debe tener en cuenta el ciclo de
lactancia. Este comienza con el parto de la vaca, la cual durante los primeros
cinco o seis días da leche con calostro (momento de producción lechera justo
después de un parto) (Bath et al.,
1982) motivo por el cual esta leche no es utilizada para la producción lechera
diaria; durante este período no se le realiza control al animal (si es que
coincide con la visita del inspector), siendo el primer control el inmediato
posterior.
Luego de
finalizado el calostro se le hacen controles mensuales hasta su secado, luego
de once meses de producción aproximadamente (estos controles hacen referencia
al análisis de producción del individuo). Por "secado" se entiende
cuando el personal del tambo considera que ya no es conveniente ordeñar al
animal, sea porque no está dando la cantidad apreciable de leche o para
prepararla para el nuevo parto. Los tiempos que se presentan en el ciclo de
lactancia graficado son los tiempos óptimos determinados según estudios de
profesionales en la materia, los cuales también son referencias y objetivos
para la mejor productividad de las vacas, pero no implica que en todos los
casos éstos se cumplan, ya que, por ejemplo si una vaca al cabo de los once
meses de lactancia sigue produciendo una considerable cantidad de leche puede
ocurrir que se decida secarla un mes después. La vaca es secada a los once
meses después del parto, considerando que si todo se cumplió según lo planeado
a los dos meses va a tener un nuevo parto y va a comenzar un nuevo ciclo de
lactancia, de esta manera tiene 60 días para descansar y recuperarse la ubre de
la lactancia anterior.
Después del
parto se debe preñar nuevamente al animal, esto se debe hacer después de los
primeros 45 días del parto y antes de los 120 días. En razón de esto quedan 65
a 75 días en los cuales hay que preñar a la vaca, la cual tiene celo cada 21
días, por lo tanto hay tres oportunidades para hacerlo, pero para esto se debe
reconocer el celo en el animal, lo cual no siempre se cumple con éxito. El
ciclo reproductivo del bovino también juaga un rol fundamental en la producción
de leche durante la vida útil del animal. Dicho ciclo tiene una duración de
21 días por término medio y se puede dividir en cuatro partes distintas.
La primera etapa, el estro o celo duran unas diez horas y se corresponde con el
periodo de disponibilidad sexual de la vaca y de aceptación del macho. Los
estros están marcados por un comportamiento particular de la vaca, que es
especialmente agitado, mugiendo con frecuencia, oliendo y lamiendo a sus
congéneres, y puede intentar montar a otra vaca hasta que ella misma es
montada.
Posteriormente sigue
el metaestro, que dura seis días, durante los cuales se ocurre la ovulación,
aproximadamente 15 horas después del final del celo, y la formación del
cuerpo lúteo. La siguiente etapa es el diestro, que tiene una duración de
12 días y se corresponde con el máximo desarrollo del cuerpo lúteo; la
progesterona secretada por el cuerpo lúteo prepara al útero para la
implantación. La cuarta y última etapa del ciclo es el proestro, 3 días
durante los cuales el cuerpo lúteo se reabsorbe progresivamente antes de un
nuevo estro y el comienzo de un nuevo ciclo.